TROREAL ( Carlos Galindo )

La prueba había llegado el año anterior a Zorita de la frontera y repitió ubicación en esta edición del 2010. El sanabrés Carlos Galindo con su hembra de peregrino “Zambra” consigue llevarse la victoria en una final de infarto.
Este dúo, cetrero – halcón estuvo muchos años dando, incluso llegó a ser una de las grandes referencias del panorama nacional, tanto en la caza como en la competición.
15 años después, “Zambra” es la última hembra de peregrino que ha conseguido llevarse la victoria.
Palabras de Carlos Galindo:
En el año 2010, en la localidad de Zorita de la Frontera, en Salamanca, tuve la suerte de ganar el TROREAL. Para mí representó lo máximo a lo que yo podía aspirar como cetrero. Creo que volar, cazar y competir con gente buena te hace ser cada día un poco mejor, y esta prueba sin duda se presta a ello.
Recuerdo claramente de aquella edición que los tres primeros clasificados, Gonzalo Cano, Julián Meneses y yo, estábamos muy igualados a puntos. Fue una final en la que los tres pájaros volaron rozando los 300 metros con bajadas muy fuertes, muy buena colocación… en fin, lo que se espera de una final de este estilo.
Tuve la suerte de que mi pájara capturó a la paloma y creo que fue lo que a la postre me dio el triunfo, pero sinceramente pienso que cualquiera de los tres podía haber ganado.
Referente a las ediciones en que participé y otras en que asistí como espectador, me quedo con el gran nivel de los participantes. Es una prueba en la que, año tras año, se han ido viendo vuelos más altos, mejores, y creo que este tipo de pruebas mejoran la cetrería constantemente.
Me comentaba Nacho que, si tenemos alguna anécdota, para mí, realmente, estar en una final como la de Torreal ya es en sí mismo un hecho anecdótico. Si encima haces pódium, es una suerte.
Y por hablar un poco del pájaro que me dio aquel triunfo, es una hembra de halcón peregrino, de nombre Zambra, hija de una pájara mía, que también en su momento me dio grandes satisfacciones, y de un escocés de mi buen colega Nene, un pájaro buenísimo. Como dato curioso, puedo decir de ella que, 19 años después, todavía sigue conmigo, y que cada día, cuando entro a darle de comer a la muda, no puedo menos que emocionarme al verla así. Ha sido la pájara de mi vida, y será el halcón, el mejor halcón que probablemente tenga nunca… bueno, probablemente no, con toda seguridad.
Poco más, solamente animar a Santos y a todos aquellos que colaboran de una forma u otra en esta prueba, a continuar en ello. Y a los cetreros, que no se desanimen, aunque no siempre hagan pódium, porque este tipo de pruebas es muy, muy, muy complicado. De hecho, yo sé que muchos cetreros no comparten esto que voy a decir: la competición es la prueba más complicada y la disciplina más complicada de la cetrería.