TROREAL (Rodrigo García)

Un año después, en La Cistérniga, Valladolid, Rodrigo García Siguero, “yiyo ”, se lleva el triunfo. Rodrigo es uno de esos cetreros que durante años siempre estuvo dando guerra, en la competición y en el campo.
Si la primera edición fue para dos peregrinos, en esta ocasión fue un híbrido, de nombre Makelele, el que salió victorioso. No deja de ser curioso que, hablando con Rodrigo, sus recuerdos de esta final del 2002 estén más difuminados, mientras que, como el dice, tiene grabada a fuego la mítica final del 2011, de la que ya tendremos tiempo de hablar más adelante, aunque os adelantamos que en la final del 2011 Rodrigo voló un híbrido de nombre Bahamontes. Han pasado ya casi 15 años y aún se recuerda el vuelo de este halcón aquel día.
«Para mí es un verdadero placer que se haya contado conmigo para dar mi opinión o contar una anécdota o un recuerdo sobre el Torreal. Una de las pruebas, yo creo, de más relevancia en nuestro país. Y el recuerdo que más me viene a la cabeza cuando me pongo a pensar en qué he de contar es, sin duda, la final del año 2011, donde en esa final, los pájaros que eran finalistas marcaron un antes y un después en la altanería de nuestro país. Ya que se vieron unos vuelos por encima de los 350 metros cuando todavía no existía el GPS ni las tecnologías de ahora, con unas ascensiones y unas bajadas de vértigo. Y yo creo que, no solo para mí, sino para mucha gente que estuvimos presentes en esa final, marcaron un antes y un después en la altanería de España.
Luego también me gustaría poner énfasis en el cuidado de la organización, cumpliendo horarios, en la calidad de las palomas, que yo recuerdo porque por amistad a bastantes organizadores, se volvían locos para conseguir unas palomas de calidad. De hecho, las capturas eran mínimas o menos que mínimas, y una cosa importante es que te sentías como en casa, que te sentías que estabas entre amigos. Todos queríamos ganar y todos estábamos picados unos con otros, como es normal, pero siempre había una salud, un buen rollo que se podía ver, y esos recuerdos siempre los tengo en la mente. Son algo que nunca olvidaré.
Dar las gracias a la gente que sigue tirando del carro por estas pruebas, que sigan adelante y espero que sigan cumpliendo los objetivos de todos los halconeros, como hasta ahora.