Cetreros con nombre y apellido

HABLEMOS DE CETRERIA:

Debo ser un caso especial ya que jamás tuve cerca un cetrero cuando empece a interesarme por la cetreria. Libros, artículos y foros de internet, era la poca información que me llegaba.

Hace ya 28 años me compre mi primera rapaz, una hembra de Harris llamada Gina, cuando los Harris eran novedad , había pocos y costaban bastante caros. Ella me abrió las puertas de este grandioso mundo.

Poco después, vi volar a los majestuosos Azores, escasos y muy difíciles de conseguir por aquella época, y al año siguiente adquirí mi primer pollo de Azor, una hembra troquelada que me enseñó mucho, sobre todo me enseñó lo que es un Azor inmanejable, mal criado, lo tenia todo, se tiraba a la cara, llevaba en mano, piaba como un demonio, le conseguí sacar algo de caza a base de peleas, al final más penas que gloria. Al año siguiente se la vendí a un centro de cría y compré mi primer azor parental, una hembra de Finlandés llamada Niña, fue como pasar noche al día, un manejo excepcional, apretada de pluma, con un porte sobre el puño que ponía los pelos de punta y una gran depredadora en la caza de la Liebre, que por aquellos tiempos abundaban en nuestros cotos. Esta hembra fue la primera de 15 años volando Azores, cazando pelo y pluma con machos y hembras de muchas sub especiés diferentes.

 

Después de estos años cazando mucho con estos locos depredadores me interesé por los pequeñas Rapaces, Esmerejones y Gavilanes que ocuparon 5 años de mi vida haciendo mucha Cetrería de ventanilla con muchas capturas variadas.

En aquella época cazaba Urracas con un macho de Gavilan Cooper y fue cuando decidí comprar mi primer Halcón, un machito de Barbary para dedicarlo exclusivamente a la Urraca. Esta modalidad de caza es la más deportiva que he practicado, en esa época la forma física de mis halcones era excepcional igual que la mía, lances muy largos, vertiginosos y llenos de tensión para encerrar y desalojar a las tan escurridizas Picazas. Este contacto con los halcones me hizo juntarme con más Halconeros y allí vi por primera vez la caza de la Perdiz por Altanería.

Nunca me llamaron la atención los Halcones, y mucho menos la Altanería, me parecía de los más aburrida, complicada y muy poco efectiva en la caza, creo que para un cazador nato se hizo el Azor, o el Gavilan, a los Accipiter en cuestión de caza nada les hace sombra.

La Altanería para mí ha sido la mayor conexión entre una rapaz y su Cetrero, ya que entran muchos factores en juego a la hora de realizar un lance, no solo es persecución y depredación, contamos también con la posición de Halcón, de la presa y para complicarlo aún más la del perro, el aire, el bloqueo de la caza etc, cuando todo eso es bien orquestado y el lance culmina en captura es la mejor sensación que he tenido de un trabajo bien hecho. En esta modalidad de caza lo de menos es llenar el morral, lo importante cazar con estilo, dandole toda la importancia que se merece a la presa, con un Halcón bien ordenado, colocado, tenso y bajando ipso facto a la caza.

Estos últimos tres años también he competido en varios campeonatos. A muchos cetreros no les gusta la competición, reniegan de ella, yo creo realmente que el mundo de la competición tiene algo que engancha, me mantiene motivado durante la temporada, aprendo mucho de los grandes cetreros que nos reunimos allí, veo volar grandes halcones que me ponen las metas altas. Los campeonatos hay que prepararlos, no solo vale con tener un halcón sobresaliente, tiene que volar en cualquier campo, casi a cualquier hora, después de un largo viaje, durmiendo en transportines en hoteles, midiendo muy bien la comida entre vuelos, y aún así quitar caperuza y que dé el máximo en sus correspondientes 10 minutos de vuelo, eso es lo complicado de competir y hay está la magia de cada cetrero.

 

¿ Cuantas aves vuelas en la actualidad?

En la actualidad vuelo dos hembras de peregrino Shaheen, Lola y Alba, son hermanas y estoy cazando Anatidas y Perdices por Altanería con ellas, y al mismo tiempo estoy compitiendo con Lola que es un portento de peregrina por sus aptitudes para el vuelo, su conexión conmigo, la velocidad en los vertiginosos picados y su finura a la hora de cazar, es la pájara de mi vida y lo tengo muy claro, muy difícil va a ser encontrarme algo parecido a ella. Me ha enseñado mucho y me ha demostrado que un halcón excepcional no tiene límites, los límites los ponemos nosotros.

Libro de cetrería, artículo video…

Libros de cetreria me he leído muchos, estos me han ayudado a entender un poco más este mundo de la Cetrería. El arte de la Cetrería, para mí es el libro que todo cetrero debería, sobre todo los noveles. Comprender al ave de presa, un manual que trata todos los aspectos de la Cetrería y cria en cautividad de Rapaces. The imprint Accipiter, buen libro para entender el metabolismo de los Azores y Gavilanes y su psicología al imprintarlos, extrapolable a casi todas las rapaces. Volando Halcones, es otra forma de adiestrar halcones que abre la mente y aporta métodos interesantes para poner un halcón muy alto y en muy buena forma física.

¿Cual ha sido tu referente (Persona, libro, documental…)?

He tenido muchos referentes, sobre todo me he fijado en los Cetreros que se le da bien lo que hacen, me da igual la modalidad, Cetreros que quitan caperuza y su halcón da la cara, salen a cazar y capturan, pájaros que en días difíciles son los únicos que funcionan, y que cuando compiten, ganan, esos Cetreros son mi referente y me ponen el listón muy alto a la hora de preparar mis halcones.

¿ Por qué debemos fomentar la cetrería y seguir manteniéndola como patrimonio de la humanidad?.

Creo que la gente que quiere practicar este bello arte debería empezar por informarse. Toda información es poca. Acompañar a cetreros, ver el trabajo diario que conlleva tener una rapaz, mantenerla sana y en plenas facultades, invirtiendo dinero y mucho tiempo, hasta en vacaciones y festivos, y luego comprarse una Rapaz acorde a tu zona de vuelo y presas a cazar, por que la cetreria es Cazar con aves de presa, todo lo demás se le parece, pero no lo es. Ahora para mi la Cetrería es una forma de vida, a parte de mi pasión ahora es mi oficio, ya que hace 4 años que me dedico enteramente a ella. Tengo una página Web de productos de cetreria y cría en cautividad llamada Falconryplanet que seguro que muchos conocen, he cambiado mi vida por y para seguir practicando CETRERIA.

Cuéntanos alguna anécdota…

La caza de patos a sido una asignatura pendiente en Altanería por mi parte hasta este año. Es una caza emocionante, que permite halcones muy altos con sus correspondientes picados infinitos.

Amanece y ya estamos esperando cerca de la charca que hemos elegido para volar primero, fuera de los coches con un frío que corta y un silencio sepulcral que solo rompe los graznidos de los patos en la cercana charca. No siento los dedos del frío intenso para encender el equipo GPS y quitar pihuelas, aseguro a mí peregrina y me la subo al puño, me separo unos metros y caperuza fuera, ella mira fijamente hacia la charca, se sacude e inicia el vuelo. Sale subiendo dirección a la charca que está bastante lejos, llega con mucha altura y sigue montado como una loca, una ascensión brutal justo encima del agua. Yo me encuentro bastante lejos y tardo un rato en llegar, hundiéndome en el barrizal que se ha montado por las lluvias intensas de los días anteriores. Cuando llego agotado y sin fuelle, miro al cielo buscando a mi compañera y está estratosférica. Casi no la veo, y en la perfecta vertical, la adrenalina dirige mis piernas en este último esfuerzo hasta llegar al borde de la charca. Rompe un grupo de doce patos a toda velocidad , relatando al mismo tiempo que huyen de mí, desvío la mirada buscando a mi halcón y ahí está ella, en su picado perfecto, vertiginoso y temerario. En esos segundos que me desconectan del mundo mientras observo como cae a más de 200 kilómetros por hora y con su cuchillada precisa cuál cirujano sobre un gran macho de Azulón que derriba y solo tiene que dejarse caer y posarse sobre él para empezar a pelar. Este lance fue desde 450 metros de Altura con un picado de 230 kilómetros por hora y todo ello en menos de 8 minutos. El lance más poderoso y bien ejecutado que he visto hasta ahora y que recordaré siempre. Ese picado infinito lo vi perfectamente, de inicio a fin, aún tengo la carne de gallina. Ese vuelo me ha condenado a seguir buscando estos lances de altanería.